Intercambio gratis de Enlaces El Piano Para Todos. Armonía Colombiana.: marzo 2018

lunes, 26 de marzo de 2018

CANON PATAS D'HILO (Patas d'hilo). Pasillo. Carlos Vieco O. Transc. para piano por Gerardo Betancourt. Descargar archivos. Biografía.


Escuche y descargue audio del pasillo PATAS D'HILO, de Carlos vieco O.
https://drive.google.com/file/d/15YJT2eOEAsB9AX74h35gcSln610Y7l6F/view?usp=sharing

Vea y descargue partitura del pasillo PARAS D'HILO, de Carlos Vieco O.
https://drive.google.com/file/d/1Mdf62d9wal85CcLt9HSZwzG8b7an8yic/view?usp=sharing


El maestro Carlos Vieco Ortiz, compositor prolífico e intérprete virtuoso, es un clásico de nuestra música. Su imagen perdura en los tres géneros que cultivó: la música erudita, que algunos llaman académica o estructurada, la popular tradicional o folclórica, y la popular a secas. Nació en Medellín el 14 de febrero de 1900, hijo de don Camilo Vieco Arrubla, oriundo de Yolombó, y doña María Teresa Ortiz Cárdenas, nacida en Medellín. Era trigueño, de cabello abundante, siempre bien cuidado, ojos dulces y serenos de mirada distante, estatura mediana, contextura delgada, su rostro expresaba nobleza y serenidad y su sonrisa era sencilla y cálida. 
nició sus estudios en la escuela de primaria de doña Merensiana Misas y los continuó en el bachillerato del Liceo de la Universidad de Antioquia. Muy joven ingresó a la Escuela de Música Santa Cecilia, que se transformó luego en el Instituto de Bellas Artes. Allí fue alumno del profesor español Jesús Arriola, el maestro Gonzalo Vidal y el maestro Eusebio Ochoa. La vocación musical se manifestó desde su infancia, cuando ensayaba a tocar en las guitarras de sus hermanos o a fabricar rollos de pianola en los negocios de la familia.

Su primera composición musical, hacia 1922, fue Echen pal morro, en alusión a la costumbre festiva de las familias del Medellín de la época de caminar unidas por las laderas del cerro El Salvador, para “armar un sancocho”. Luego compuso varias piezas instrumentales. La primera letra que musicalizó es Invierno y primavera, sobre un poema del poeta vallecaucano Carlos Villafañe. La primera grabación suya en disco fue el pasillo Triste y lejano, con letra de Enrique Álvarez Henao.

Durante más de cincuenta años de vida artística, el maestro Vieco compuso más de tres mil obras, de las cuales solamente unas trescientas han sido grabadas y registradas, mientras más de dos mil ochocientas se encuentran inéditas. De todas ellas es imposible, por el riesgo de graves omisiones, catalogar las mejores. Entre las más queridas por la gente se encuentran los pasillos Hacia el calvario y Tierra labrantía y el vals Cultivando Rosas, las tres con letras del poeta León Safir (Pablo Restrepo López); Ruego, sobre un poema de Alejandro Múnera; Plegaria, con textos de Bernardo Palacio Mejía; Sed, de Francisco Rodríguez Moya; Plegaria al Sol, sobre versos de Germán Isaza Mejía; Adiós, Casita Blanca. escrita por el presbítero Tomás Villarraga y la marcha Las noches de Agua de Dios, con letra de Adolfo León Gómez. Se destacan también los tangos Son de campanas y La tarde, con letras de Tartarín Moreira (Libardo Parra Toro), compuestas para que las interpretara Carlos Gardel. No se pudo, por su trágica muerte, y las grabó Agustín Magaldi.

Una anécdota que es fiel reflejo del talante sencillo y generoso del maestro se originó con el título de su pasillo fiestero Patasdilo. Don Carlos había terminado la partitura de esta obra y la conservaba, sin ponerle título. Un día en el centro de Medellín se le acercó el lustrabotas que lo atendía cerca del café Bastilla y le preguntó “maestro, ¿cuándo le va a poner mi nombre a una obra suya?”. Este personaje se caracterizaba por tener las piernas tan delgadas que había sido apodado “Patas de hilo”. El maestro lo miró con una sonrisa y le contestó: “más pronto de lo que pensás, hombre”.

Para don Carlos sus mejores letristas fueron León Safir (Pablo Restrepo López, quien escogió su pseudónimo cuando, sentado en la silla de un peluquero, vio reflejado invertido en el espejo del frente un letrero que a sus espaldas anunciaba “Rifas Noel”), Tartarín Moreira (Libardo Parra Toro), Roberto Muñoz Londoño, Germán Isaza Gómez, Francisco Rodríguez Moya y Miguel Ángel del Río.

Después de un noviazgo “muy serenateado”, contrajo matrimonio el 28 de mayo de 1928 con doña Raquel Montoya, nacida en La Estrella, Antioquia, en 1911. Mujer inteligente firme y perceptiva, disciplinada, amable y cariñosa. Su cara era redonda, enmarcada por una hermosa cabellera blanca; sus ojos, vivaces e inquietos, brillaban con la energía interior que mantenía y sus manos enfatizaban sus actos y sus palabras.

En esta familia se vivió permanentemente el amor, el respeto y la unión. El maestro apreciaba el talento de sus hijos para la música y los estimulaba permanentemente a estudiar y progresar. Eso sí, lamentó que ninguno de ellos se hubiese dedicado a componer. A doña Raquel le agradecía por haber sido su principal apoyo. Y ella, en forma discreta, con una sonrisa de triste buen humor, reconocía: “En eso sí tiene razón; de joven lo inspiré, de vieja le he dado estímulo”.

En la proximidad de su muerte, el maestro Carlos manifestó su voluntad: “Quiero morir en mi casa, al lado de mi esposa, mis hijos y mis nietos, lejos de esos aparatos médicos”. En los últimos días, no permitía que pusieran música en la casa, pues le atormentaba su alma. A doña Raquel le dijo en una ocasión: “quiero mucho la música colombiana y el hecho de escucharla me da deseos de llorar, llorar”. El maestro Carlos Vieco Ortiz murió en la intimidad de su hogar a las 11:45 p.m. del jueves 13 de septiembre de 1979.


sábado, 3 de marzo de 2018

PASILLO INTERROGATIVO. Por Gerardo Betancourt. Guillermo Betancourt, violín. Escuche, vea y descargue archivos.




Escuche y descargue audio de PASILLO INTERROGATIVO, de Gerardo Betancourt.
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Vea y descargue partitura de PASILLO INTERROGATIVO, de Gerardo Betancourt.
https://drive.google.com/file/d/1Fj1K61dj42hug2VWxce3Fvk9NsVfsP5r/view?usp=sharing